miércoles, 17 de diciembre de 2008

El amor apesta.

Pasa de la media noche y tú acostada en tu cama deprimida. Fue un largo día en el trabajo y además se fue la luz.
Tienes días esperando una llamada que tarda demasiado en llegar
Piensas una y otra vez.
Nada en lo absoluto ha pasado desde que rompiste con él.
La magia se va de a poco y aquello en lo que creíste fervientemente
Se desvanece junto con el humo del cigarro que fumas amargamente.
Decides salir a distraerte con un extraño que conociste hace días,
Regresas, duermes y el teléfono sin sonar.
Comienza a enfurecerte la idea de que la mayoría de los hombres solo haya jugado
Contigo para complacer su vanidad, su ego, su persona.
Vuelves a salir y regresas hasta tarde. Bingo. Cinco llamadas perdidas
Que hacen que tu ego maltrecho recobre fuerza. Pero estás molesta porque no
Escucharás de sus labios las palabras que quieres oír.
Tu orgullo desangrándose.
Tu voz ennegrecida por la desilusión.
El amor apesta te dices casi gritando. Rabiando engreída y furiosa. No me puede estar
Pasando esto.
No otra vez.

1 comentario:

guty dijo...

¿el amor apesta o el orgulo es el culpable?