jueves, 9 de octubre de 2008

El retrete llamado mundo.

Cuando te pasas trece horas parado frente a un mostrador
sueles pensar en miles de cosas fascinantes o no.

Y poco después de un rato los muebles te murmuran a gritos
-eeh ve por una cerveza.

Volteas a ver los rostros de la gente q pasa por la acera.
TE ODIAN.
Vienen a tí para pedite un remedio "para esto, para aquello".
A quejarse de lo que les pasa afuera, regatean el precio de las cosas
como si fuera yo un vendedor de chácharas en la lagunilla un domingo a la una de la tarde.

Se quejan y maldicen a los laboratorios farmacéuticos.
Reniegan de los gobernantes, de la inflación y la crisis.
Maldicen a Dios por haberles dado una vida tan mísera y mundana,
porque mañana tienen que pagar las tarjetas de crédito.
Por que no tienen un buen auto. Y entonces siguen viniendo aquí conmigo a charlar sintiéndome
como cantinero en un bar.
Como moscas a la carne podrida.

Y los putos muebles murmurando a gritos -Ea cabrón que vayas por una cerveza!.
Camino al frigobar y destapo una modelo q vacío en menos tiempo del que espero.
Esto de la farmacia es un negocio endiabladamente difícil pienso sacando otra con extraordinaria facilidad.

Pasan las horas y no pruebo alimento, todo es extremadamente aburrido y yo con la mente en blanco.
Una viejecita se acerca en su silla de ruedas.
-Oiga joven no le parece éste un hermoso día?
Levanta la cara y me regala una tierna ¿? sonrisa...
Bueno creo que por hoy es lo mejor que podré conseguir del mundo.

2 comentarios:

Devedian dijo...

He visto y vivido peores dias, no seas quejumbroso ok?

Y por favor, deja de tomar cerveza , solo mirate la fea panza que tienes ....


ya te imagino en 20 años...

Un beso

Tepocate dijo...

es hora de emprender nuevas cosas....... cuando ya estas hasta la madre lo mejor es girar 180 grados....