miércoles, 8 de octubre de 2008

Adiós.

Veniste por la tarde con tu cara roja y tus ojos llorosos.
Levantaste una a una tus pertenencias en silencio.
Yo sólo te dirijí una mirada curiosa, como de gato.
Caminé de aquí para allá esperando romper el silencio incómodo que se formó en el cuarto.
Mi mente no podía dejar de sentir remordimiento.
Mi carne temblaba poseída por una angustia de la que pocas
veces he sido preso,
Pasaron los minutos, las horas agonizantes y tú inmovil.
Y yo inmovil.
De pronto te acercaste y te abracé.
Y lloraste incansablemente una y otra vez sobre mi hombro haciéndome sentir
la peor escoria sobre la faz de la tierra.
Nos besamos por vez última tiernamente y te dejé partir.
Esa tarde no solo un corazón se hizo pedazos también lo hizo mi voluntad.
Regresó la debilidad a mis piernas y cuando te fuiste lloré y lloré sin cesar
sabiendo que pronto todo estaría bien, que algún día te vería feliz al lado de un buen hombre
y no de este borracho amargado.
Lo que queda de tí es sólo para mí. Gracias x todo shikita...
Perdóname... TE AMO.

Adiós.

4 comentarios:

Devedian dijo...

Sin mayor conclusion, que un lo siento amigo mio.

Cesar Rangel dijo...

EL AMOR, SIEMPRE NOS DEPARA SORPRESAS Y ESTA VIDA GIRA Y GIRA, SABES QUE ARRIEROS SOMOS...

CUIDESE PRIMO Y ECHELE GANITAS QUE EL MUNDO SIGUE GIRANDO!!

Tepocate dijo...

pues algun dia tenia que pasar y mejor antes que complicar mas las cosas y que sea mas dificil, de por si lo fue......

Anónimo dijo...

NO TENGO NADA Q PERDONARTE LAS COSAS PASAN X ALGO Y SI ESTE ES NUESTRO DESTINO TENEMOS Q VIVIRLO COMO VENGA.
NO TE PREOCUPES X NADA Y SIGUE ADELANTE OK