martes, 27 de diciembre de 2011

Vacío

Una vez conocí a una chica.
Salimos a bailar con sus hermanos.
Y nos emborrachamos.
Y reímos.
Y nos besamos.
La pasamos realmente bien.
Estuvimos juntos algún tiempo.
En invierno solíamos acurrucarnos en el sillón junto a la chimenea.
Cada semana viajaba en mi vocho unas dos horas hasta aquel pueblo recóndito.
A aquella casita donde veneraban al cruz azul.
Esa chica estuvo conmigo de verdad
Y un día simplemente la dejé.
Y me buscó.
Y la rechacé.
Y me porté como un verdadero infeliz.
Y lo eché todo a perder
Un día soleado hace algunos años.
A veces abro el viejo cajón y encuentro sus cartas.
Déjala descansar me digo, ahora tiene esposo e hijos y todo eso
Y tú sigues ahí tirado en la alfombra.
Crudo.
Vacío.
Maldito.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Hastío

Me duele la cabeza
tengo un aspecto terrible
los nervios deshechos

Estoy harto de esta situación
me siento enfermo del alma

Enfermo de estar aqui sentado
junto a tí.

miércoles, 6 de julio de 2011

Anoche

Anoche estuve recordando lo mucho que deseaba estar con aquellas chicas hace años.

Lo mucho que me gustaba aquel olor dulce. Aquella nariz afilada. Aquellas nalgas firmes.

Escribí mucha poesía en aquel tiempo.

Poemas de amor.

Páginas arruinadas
De una época...
Que no puedo recordar.

sábado, 4 de junio de 2011

Libertad

Son las 2:08pm
El mundo gira alrededor de su eje
Mi gato ronroneando se restriega en mi pierna

Mientras escucho las promesas de ese candidato nuevo en la T.V.
me asomo por la ventana y las calles están vacías

Allá afuera todos han huido a algún lugar
como por arte de magia
en busca de la libertad.

La noche en llamas

Hay una gran tristeza que día a día se apodera de mí.

Cuando me levanto y me ducho. Cuando canto una canción.

Hay una gran tristeza que me despoja poco a poco de la alegría de la vida.

Miro a la gente en la calle y solo encuentro odio e indiferencia.

Nadie es bueno con nadie.

Sigo estancado casi a los treinta. Preocupado por lo que dicen los demás de mi persona.

Ahogándome en un vaso de vino que yo mismo he puesto en la mesa.

Oh sí, hay una gran tristeza cuando me miro al espejo y me encuentro vacío.

Cuando vivo la vida de otros y para otros.

En silencio. Siempre en silencio refunfuñando como pequeño niño regañado por sus padres.

Vencido.

Empequeñecido.

Desaliñado.

Olvidado.

Hay una gran tristeza en mí al no encontrar refugio en una mirada o en unos brazos.

Todos estamos solos chico. Arréglatelas como puedas.

Fumo mi cigarrillo sentado en el porche pensando en lo que vendrá y no adivino que planes tengan los dioses para mí.

Termino mi trago y lleno el vaso de nuevo.

Hay una gran tristeza que inunda mis ojos en este momento.

Y esas pequeñas gotas verdaderamente amenazan con salir.

Miro al horizonte y guardo para mí en silencio aquella chispa que promete algún día convertir la noche en llamas.