Te dejo solo en el barco de amargura que abordaste hace tiempo,
en el dejo de nostalgia que siento por dentro. En aquel sentimiento
oprimido por una rabia continua.
Fluyendo en mi torrente sanguíneo, dejando salir inevitablemente
lo peor de mi persona. La del otro lado del espejo.
La que jamás quize conocer.
Me hundo lentamente en un sentimiento horrendo de apatía
a mi yo anterior, a mi lado bueno, a mi lado hermoso.
Revolviéndome dentro del capullo, soñando con oscuridad.
Endureciéndo mi coraza. Mi resentimiento. Mi odio.
Dejo de luchar, dejo de sentir. Mente y corazón rompieron el cordón
umblilical violentamente, ahora soy dos, ahora soy yo.
Confusión, sin conexiones. Más vivo que nunca el deseo de arrancar las raíces
desde lo más profundo. Temeridad asombrosamente valiente. Tonta.
Cambios. Primavera, verano, otoño, invierno.
El mundo gira alrededor de la nada absoluta y el vacío cada vez más constante.
Mi mente un nido de ideas, mi corazón un puñado de emociones.
El desahogo no llega y yo aqui muriendo por dentro. De rabia. De dolor.
De tristeza. De decepción.
Larvas comiéndose la carne putrefacta de mi corazón.
En serio. No es la pesadilla aquella en la que caía una y otra vez.
Es algo vivo que me arrastra. Mostruo de energía.
Las hadas rasgando mis llagas, detrás aquella cara impasible. Su mirada fría,
divertida. Moviendo los hilos de mis brazos y piernas. Abriendo mi boca.
Profiriendo palabras que lastiman. El espejo. Del otro lado: N-a-d-i-e.
Me veo llorando encerrado en una habitación oscura, temblando, GRITANDO.
revolviéndome en el piso quemándome. Mi cuerpo hecho una pira y mi alma aferrándose
a mi carne. Los gritos en mi cabeza me van a volver loco...
CALLENSE! CALLENSE!!!
Me desvanezco en shock...
Silencio. Y tú observando con una sonrisa maldita, sarcástica, burlona.
Te acercas a aquella masa inerte (mi cuerpo), te agachas y mirándome vociferas:
-¿Lo ves?. Te dije que tarde o temprano esto iba a pasar.
Eres mío. Para siempre mío.
Y todo pierde sentido al escuchar tus pasos alejarse. Al sentir de nuevo el aire entrar a mis pulmones. Todo es distinto ahora
Llegué a la cumbre de mi metamorfosis.
Todo está perdido.
¿Has visto bailar al diablo?...
YO SÍ.
sábado, 24 de enero de 2009
miércoles, 21 de enero de 2009
sábado, 10 de enero de 2009
Mi Dulce Muerte.
Camino entre los pasillos febriles
Del campo santo de tu mano,
Miro las lápidas olvidadas de los que ya no están y
Escucho correr agua de la pila seca y maltrecha de la entrada.
Hay tantas risas y llanto de niños
En el aire,
Tantos lamentos,
Tantas palabras vacías,
Tanta hipocresía…
Caminamos entre árboles marchitos
Y tierra oscura;
Y pareces una niña con esa sonrisa en tus labios,
Estás tan fría, tan pálida, pero a la vez tan hermosa,
Tan sutilmente inocente;
Y me miras rezagante de dulzura,
De deseo,
Tus ojos vacíos se pierden en los míos
Esta noche de luna plata.
Nos detenemos adelante,
Donde se encuentra una fosa recién cavada.
Me abrazas por el cuello besando mi mejilla,
Susurrándome al oído tu amor desmedido desde el día
En que nací,
Me besas apasionadamente robándome el aliento
De la vida,
Perdiéndome en un éxtasis tan exquisito,
Indescriptible,
Abandonándome en cuerpo y alma a tus encantos
A tu piel tan tersa, tan suave
Y me posees en medio de la nada absoluta,
De un vacío abismal.
Arrebatándome de la soledad,
Llevándote mi miedo,
Llevándome contigo.
(Suspiro)
Cuanto te amo.
Mi eterna amante...
Mi dulce muerte.
Del campo santo de tu mano,
Miro las lápidas olvidadas de los que ya no están y
Escucho correr agua de la pila seca y maltrecha de la entrada.
Hay tantas risas y llanto de niños
En el aire,
Tantos lamentos,
Tantas palabras vacías,
Tanta hipocresía…
Caminamos entre árboles marchitos
Y tierra oscura;
Y pareces una niña con esa sonrisa en tus labios,
Estás tan fría, tan pálida, pero a la vez tan hermosa,
Tan sutilmente inocente;
Y me miras rezagante de dulzura,
De deseo,
Tus ojos vacíos se pierden en los míos
Esta noche de luna plata.
Nos detenemos adelante,
Donde se encuentra una fosa recién cavada.
Me abrazas por el cuello besando mi mejilla,
Susurrándome al oído tu amor desmedido desde el día
En que nací,
Me besas apasionadamente robándome el aliento
De la vida,
Perdiéndome en un éxtasis tan exquisito,
Indescriptible,
Abandonándome en cuerpo y alma a tus encantos
A tu piel tan tersa, tan suave
Y me posees en medio de la nada absoluta,
De un vacío abismal.
Arrebatándome de la soledad,
Llevándote mi miedo,
Llevándome contigo.
(Suspiro)
Cuanto te amo.
Mi eterna amante...
Mi dulce muerte.
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