Tu cuerpo desnudo llena mi cuerpo de deseo,
tu silueta saliendo de por ahi meneándose sutilmente.
Tu cara inocente, tu piel blanca,
escondes detrás de aquellos ojos una malicia constante.
Te gusta sentirte deseada, ultrajada ante la mirada atónita de los demás,
Has dejado pasar a los demonios
tras de tí. Haz cruzado el umbral.
Mi pene erecto a punto de estallar.
Tu sonrisa.
Tu desdén.
¿Que harás ahora?.
Salir, entrar, mirarme o besarme.
O quizás dejarme morir lentamente preso de tu indiferencia,
aquella que me das por diversión o aburrimiento.
"Aquella que nació desde el primer momento
en que te conocí."